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domingo, 7 de noviembre de 2010

Que desfachatez

No sé si se acordarán ustedes de Alberto Villalta. Si no les resulta familiar, es ese muchacho que se fue a una caravana solidaria a un sitio que no debía y cuando no debía. La causa de esa caravana sería muy noble, eso no se lo discuto, pero fue a un lugar con un cierto riesgo para su seguridad y las de todos los que iban. Efectivamente, al poco tiempo de pisar tierras mauritanas, fueron secuestrados él y dos compañeros más por una organización islamista, conocida como Al Qaeda del Magreb.
Como es normal en esta clase de gentuza que se dedica a extorsionar, secuestrar, etcétera, pidieron un rescate por ellos. Liberaron a dos de ellos, pero se quedaron con esta persona conocida como Alberto Villalta, seguramente para asegurarse el rescate que pidieron. Como es normal también, tenemos un ministerio de Asuntos Exteriores que no vale ni para esturrear mierda con una pala, y fueron a negociar y lograron traerse a este Alberto a cambio de un porrón de millones pagados por los impuestos de todos los españoles. Hasta aquí, la historia es de lo más normal y lógica.
Lo anormal viene cuando esta persona, y una vez pasado el trauma del secuestro gracias a psicólogos y demás parafernalia, se le ocurre pedir una “indemnización al gobierno español por estar secuestrado durante tanto tiempo”. Y es en este punto donde empieza la poca vergüenza de este personaje solidario.
Porque claro, este pide una indemnización a un gobierno que le ayudo a salir de su cautiverio a costa de los impuestos de los españoles, le ayudo a salir de un lugar que no debería de haber ido, que cuando cobre la indemnización millonaria que pedirá, seguramente intentará ir otra vez a ser solidario y a entregar la pasta que le suelte el gobierno a los pobrecillos niños negritos que hay por aquella zona pasando penurias y miserias, ¿o no, querido Alberto?¿para qué quieres el dinero sino, eh?¿no será para pegarte la vida padre a costa de todos los españoles, verdad?.
Seguramente esto de la indemnización no se le ha ocurrido a él, sino que tendrá algún amiguete abogado que conoce a la perfección su oficio y le habrá indicado que actúe de esa forma tan desvergonzada y poco solidaria ante quién le ayudo en su momento. Por eso, cuando veo casos como éstos, lo que debería de hacer el gobierno es ir a negociar, pero con el dinero de la organización que estaba por allí de paseo, y cuando se le curen las secuelas que pida las indemnizaciones correspondientes a la organización humanitaria que lo mando allí a repartir juguetes y comida a los niños africanos, y seguramente otro gallo cantaría y la desfachatez y la poca vergüenza de este personaje iría por otros derroteros. La próxima vez, le iba ayudar rita la cantaora. Que poca vergüenza por dios. Porca miseria. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogeros como yo. Un saludo.

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2 comentarios:

  1. Yo creo que si eso trata de llegar a mayores los abogados que representen al Estado se reunirán con el suyo para ofrecerle un acuerdo en plan: no te indemnizamos y todo se queda como está, o tendrás que pagar al Estado el coste íntegro de tu rescate, transportes incluidos.
    Tiene narices. Si yo en la bicicleta me caigo por el monte y tienen que rescatarme, como no tenga un seguro para ello luego me pasan la factura del helicóptero y del hospital.

    Un saludo.

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  2. De casos de esos hay cada dia en nuestro pais, de piratas, de detenciones en otros paises por trafico de drogas, detenciones por entrar a pescar en aguas territoriales, en fin... asi nos luce el pelo.

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